Historia, antepasados, idioma, idiosincracia, arquitectura, Almodovar, Serrat, Sabina y el jamón crudo… Apenas unos pocos de los tantos puntos en común que tenemos con España.
En lo que a cine se refiere podemos remontarnos a los 50, con Mirtha Legrand haciendo de Doña Francisquita en la película homónima; al barcelonés Alberto Closas seduciendo por las calles de Buenos Aires; a Adolfo Aristarain imponiendo La ley de la frontera; o a Torrente (foto) en plena persecución por Avenida de Mayo y Puerto Madero.
Está claro que la relación entre Argentina y España siempre fue de ida y vuelta, por lo que no es de extrañar que, pasando nuestro cine un gran momento, comiencen a darse nuevamente alianzas virtuosas. La edición digital de LatAm Cinema consigna en su último número que los hilos de la nueva marioneta tienen que ver con “un modelo de colaboración que es consciente de su mercado; películas de directores establecidos que buscan el equilibrio entre lo comercial y la calidad, pensando en la visibilidad internacional”. Y los expertos titiriteros son tres: Telefónica Studios, Tornasol Films y El deseo.
El que mantiene el timón firme en el primero de los casos es un viejo conocido de los amantes del cine: Axel Kuschevatzky, quien cuenta en el medio citado: “Ambas cinematografías tienen una larga tradición de colaboración, en parte porque reúnen vocaciones similares: lograr impacto local y proyección internacional. Más allá de los inconvenientes a sortear por cada una, el potencial es gigante. El cine que se hace en ambos países es excelente, mucho más de lo que incluso el propio mercado local registra. Y nuevamente, la diversidad es la clave”.
LA LEY DE EL DESEO
Una de las productoras españolas que mejores migas ha hecho con nuestro país y con Telefónica Studios es El Deseo, de Pedro Almodóvar y de su hermano Agustín. La que nació como espacio de independencia para los filmes del español posó los ojos en nuestro país cuando Lucrecia Martel preparaba el proyecto de La niña santa. La colaboración continuó con La mujer sin cabeza, Relatos salvajes, El clan, y la inminente Zama, también de Martel.
EL COLOR CON QUE SE MIRA
Ahí nomás en cuanto a encuentros cercanos a ambos lados del Atlántico se encuentran la española Tornasol Films y la argentina Haddock Films. Resultado de esta unión unión fue El secreto de sus ojos, y detrás de ese éxito: Betibú, Hacer patria, La viuda de los jueves, Tesis sobre un homicidio; y la inédita Eva no duerme, actualmente midiendo fuerzas en el Festival de San Sebastián. Mariela Besuievsky, socia de Tornasol Films explica la política de la empresa: “Lo principal es que nos guste la historia. Buscamos que una película sea potente, ya sea comercialmente por sus posibilidades de estreno en salas o que lo sea a nivel de festivales y de autor“.
El nuevo proyecto de ambas empresas y por el que ponen todas las fichas es Al final del tunel con Leo Sbaraglia, Pablo Echarri y la protagonista de Ocho apellidos vascos, Clara Lago. Un reparto ecléctico que puede darles, dicho en criollo, el éxito asegurado en ambos continentes. Y de paso confirmar que esta unión entre Argentina y España tiene cuerda (fílmica) para rato.
Dejar comentario