Si hablamos de actores argentinos multifacéticos, Ricardo Darín encabeza la lista. Con ese talento que con los años se ha vuelto “for export“, todos los años sus películas recorren el mundo. Luego de protagonizar Kóblic, dirigida por Sebastián Borensztein, se metió en un nuevo desafío actoral. Con un look irreconocible protagoniza Nieve Negra, un thriller de suspenso donde se anima a un papel todavía más complejo que el de su último filme.
Darín interpreta a un hombre solitario que oculta un gran secreto.
La relación de Ricardo con el director Martín Hodara no es nueva. Se conocieron cuando este era asistente de dirección de Nueve reinas (2000) y después se reencontraron frente y detrás de cámaras en La señal (2007), el proyecto inconcluso de Eduardo Mignogna que Darín protagonizó y codirigió. Por eso, que los colegas y amigos compartieran un proyecto por tercera vez en su vida era casi inevitable. Y el proyecto llegó.
Nieve negra narra la historia de Salvador (Darín) hombre de pocas palabras que vive aislado en el medio de la Patagonia. Su silencio obedece a un hecho trágico sucedido en su juventud que lo alejó del resto de su familia. Sin embargo, el pasado lo encuentra en la figura de su hermano Marcos (Leonardo Sbaraglia) quien, luego de la muerte de su padre, llega junto a su esposa Laura (Laia Costa) hasta la cabaña para discutir la venta del lugar que comparten por herencia. El cruce, en medio de ese paraje solitario e inaccesible, reaviva el odio dormido durante años.
Leo Sbaraglia, Martín Hodara y Laia Costa repasan una escena clave en la cabaña.
Tras haber compartido pantalla (aunque no historia) en Relatos Salvajes, Ricardo Darín y Leonardo Sbaraglia se reencuentran en la pantalla grande. El elenco lo completa Federico Luppi, quien tiene una participación especial pero clave en el planteo del conflicto.
La filmación de Nieve negra comenzó en Cataluña y Andorra, para luego trasladarse a Buenos Aires. A raíz de los cambios de locación, los responsables de la producción tuvieron que replicar en un estudio la cabaña original en la que se rodaron las primeras escenas y se utilizó nieve artificial y una iluminación especial que recreara el escenario.
Camaleónico, Ricardo Darín está casi irreconocible en el filme.
A esta película, producida por Pampa Films, DirecTV, Gloriamundi Producciones, Bowfinger y A Contracorriente, se suma en la agenda de Darín el rodaje de La cordillera junto a Dolores Fonzi bajo la dirección de Santiago Mitre. Por su parte, Leo Sbaraglia tiene todo listo para el estreno de la esperada Sangre en la boca el 25 de agosto.
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