Hace mucho que se sabe (y se dice) que tanto el cine como la literatura se nutren de un puñado de “temáticas universales”. La venganza, el regreso a los orígenes, el amor como factor de redención, etc… No son más de 15 o 20. Solos o acompañados, los temas se mezclan, desarrollan, complejizan y multiplican, pero la base es la misma. Antes de apropiarse de una idea, es bueno investigar un poco y descubrir que, con más o menos matices, seguramente ya se contó más de una vez.
Las remakes serían “la versión autorizada” de este concepto. Por lo general, se trata de una negociación previa entre quienes realizaron la historia original, y aquellos que quieren rehacerla “all’ uso” de preferencias, gustos o simpatías locales.
Como ya vimos en la nota 9 remakes de películas argentinas, el asunto no es nuevo. Rebuscando en los archivos encontramos en Los martes orquídeas (1941) uno de los primeros ejemplos. Tampoco es privativo de longitudes o latitudes, vaya como muestra 내 아내의 모든 것 (2012), versión coreana de Un novio para mi mujer. El ejemplo más reciente fue Secreto de una obsesión (2015), adaptación de El secreto de sus ojos (2009) protagonizada por Julia Roberts y Nicole Kidman.
Lo que sí es novedad es que, a medida que crece la difusión del cine argentino en el mundo, cosechando premios y reconocimientos en cuanto festival haya, las propuestas para la compra de derechos aumentan.
Estados Unidos e Inglaterra interesados en El ciudadano ilustre.
Dos casos recientes confirman el fenómeno. El primero es el de Relatos salvajes, la película de Damian Szifrón, con Ricardo Darín, Leo Sbaraglia y Oscar Martínez -que el domingo 7 tuvo su primera emisión en la televisión abierta- está cada vez más cerca de tener su remake en Hollywood. Mientras su director trabaja en el guión para el cine del recordado éxito televisivo El hombre nuclear, avanzan las negociaciones para reproducir la película episódica con elenco norteamericano. Es probable que muy pronto se anuncien novedades, solamente queda saber si Szifrón será parte del equipo creativo del nuevo filme o no.
Otro ejemplo de esta tendencia es El ciudadano ilustre. Sus directores, Mariano Cohn y Gastón Duprat confirmaron que recibieron dos ofertas para llevar la historia protagonizada por Oscar Martínez a otras latitudes. Concretamente fueron Estados Unidos e Inglaterra los países interesados. Aunque todavía no hay anuncio oficial al respecto, la productora está en permanente contacto con sus pares, y ya estarían listos los primeros bocetos de cada guión. “Me gustaría que los protagonistas fueran Gary Oldman o Jeremy Irons”, soñó Gastón Duprat en una entrevista. Y por lo que muestran los hechos y el excelente presente del cine argentino, ese sueño está cada vez más cerca de convertirse en realidad.
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