“Una fábula rural con muchas texturas, que narra los aspectos más grotescos, pero a la vez más sublimes de la vida cotidiana de una aldea en la Argentina más profunda. Tanto las meticulosas interpretaciones como la capacidad del director para pasar repentinamente de un tono a otro absolutamente distinto y perverso convierten a El eslabón podrido en una experiencia inolvidable”.
Así fue la justificación del jurado del Festival FANT Bilbao, para premiar como la mejor del certamen a El eslabón podrido. El tercer filme de Valentín Javier Diment ya había ganado el Premio del Público en el Festival de Sitges y el premio a la Mejor Película en la Semana de Cine Catacumba en Godelia, España, además se haber sido una de las sorpresas de la sección Noches Especiales del último BAFICI.
Protagonizado por Marilú Marini, Luis Ziembrowski y Paula Brasca, El eslabón podrido es un cuento de horror alegórico que propone al espectador un juego hipnótico de intrigas y tensión sexual. Diment ofrece su particular mirada de autor al cine de género, renovándolo.
Y SE TRATA DE…
En un pueblito aislado de unas pocas casas vive Raulo (Ziembrowski), leñador retrasado mental de unos 50 años. Su madre es Ercilia (Marini), una curandera que está senil; y su hermana es Roberta (Brasca), la prostituta joven y favorita del pueblo. Ellos se cuidan y se quieren incondicionalmente. Pero ante la sensación que tiene Ercilia de proximidad de su muerte, le insiste a Roberta con una amenaza: si llega a tener relaciones con todos los hombres del pueblo, el pueblo la desechará, la descartará, y ella morirá. Solo queda un hombre en el pueblo con quien no estuvo: Sicilio (Germán de Silva), el marido de otra prostituta que está enamorado de ella. Si su esposa se entera que estuvo con ella no dudaría en asesinarlo.
El eslabón podrido se presentará próximamente en Fantaspoa (Porto Alegre, Brasil) y Macabro (México). El estreno en nuestro país está previsto para el 2 de junio.
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