La cercanía entre Uruguay y Argentina hace que, muchas veces, adoptemos a los actores uruguayos como propios. Los ejemplos están a la vista: Osvaldo Laport y Natalia Oreiro quizás encabezan la lista. Sin embargo, sumamos uno más que en poco tiempo logró ganarse el fanatismo y la pasión de los argentinos a partir de su participación en El marginal. Se trata de Nicolás Furtado, más conocido como Diosito. En este caso, llega al cine con Porno para principiantes, coproducción argentino-uruguaya dirigida por Carlos Ameglio y coprotagonizada por Martín Piroyansky. La alegría vale por dos: en poco más de un mes también estrena Amor de película.
-¿Cómo te llegó la propuesta para participar en Porno para principiantes? Ya habías trabajado con el director en otras oportunidades.
-Sí, nos conocíamos de Uruguay. Aunque nunca me había dirigido. Cuando hice allá Relocos y repasados, él estaba como productor de la película. En 2017 me llega el guión de Porno… y lo leí. Me lo mandó Carlos y me dijo que sabía que estaba complicado de tiempos, pero que me fijara si podía participar. Me gustó tanto que le buscamos la vuelta para hacerlo.
-Incluso, no tenías un personaje definido. Dependía de tus tiempos cuál ibas a interpretar.
-Es verdad. Carlos me preguntaba cuál me gustaba y me decía que le gustaría que hiciera a Aníbal. También me ofrecía otro más chico que solo tenía cinco días de rodaje. Hacer a Aníbal fue difícil porque hubo que armar toda una vuelta para que yo pudiera estar. Fui y vine varias veces del rodaje. Cuando terminé de filmar Perdida acá, fui a Uruguay a arrancar con Porno. En un momento me tuve que ir a Islas Canarias a terminar con Perdida y después volví a seguir con esta. Tuvieron que hacer todo un plan de rodaje complicadísimo para que pudiera estar.
-¿Cómo fue componerlo a Aníbal? Sigue la veta del humor que ya trabajaste con Diosito en El Marginal, pero en un ambiente mucho más light.
-Sí, a mí me gusta mucho encarar los personajes desde el lado del humor. Aníbal me sedujo desde el primer momento. Le encontré la vuelta, la psicología, el por dónde lo podía encarar. Es un personaje que existe en su videoclub donde trabaja y con su amigo, fuera de eso no. Son esos personajes que en su vida personal en solitario pueden ser muy lamentables. Cuando se encuentra con su amigo, despliega todo su idiosincrasia, su personalidad, su energía y se vuelve pintoresco.
-Con esto, se reafirma lo que siempre decís de que te encanta hacer humor.
-Sí, Diosito y Anibal tienen como algo de comedia física. Hay algo de clown que me gusta mucho y que lo estudié. Eso sutilmente se lo voy metiendo a mis personajes, al menos en los que se me permite meter comedia. En el caso de El Marginal, me parece más que necesario que cada tanto aparezca Diosito con un respiro y un pasaje de comedia por lo fuerte y violenta que termina siendo la serie. Porno para principiantes ya es una comedia de género y está bueno que Aníbal funcione de esa manera aportando la parte más humorística.
-Sos uruguayo pero hace varios años que estás acá en Argentina, ¿cuándo quedarse fue una decisión firme?
-Creo que se va renovando año a año como el contrato de alquiler (risas). No proyecto quedarme en Argentina para siempre o durante los próximos diez años. Ahora estoy acá y el año que viene no sé. Argentina es un país que me gusta mucho para vivir. Ya me hice de mi gente, mis amigos y mi vida. Me armé acá una cuestión social y de amistades muy fuerte. Además, acá tengo mucho laburo. Pero repito, no sé si en algún momento lo decidí concientemente. Es más, en el 2015 cuando me ofrecieron El marginal estaba sin laburo, a punto de irme del país. Me estaba quedando sin plata, iba a vender el auto para probar suerte a Colombia o México.
-Estás estrenando dos películas en un mes y esta es tu gran entrada al cine, ¿pensaste que te iba a costar llegar por estar muy asociado a la tele y las series?
-No lo sé. El cine y las series siento que son re compatibles. Distinto es respecto a la tira diaria. Creo que lo que me pasó fue que, por suerte, llegó El marginal e hizo que yo no siguiera haciendo tanta tira diaria. Después, se vuelve difícil salir de ahí. Le debe pasar a muchos actores que hace años que hacen solo tira diaria y no les es fácil después hacer cine o lo que sea. Yo me fui a tiempo del mundo de la tira me parece.
-¿Volverías a la tira?
-El día de mañana quizás me toque volver. Pero me han ofrecido en este tiempo y no me interesa. Quiero contar de otra forma, no en ese formato porque no se puede ir tan a fondo. Me gusta trabajar más artesanalmente y con otra calidad que ahí no está porque se trabaja más con la inmediatez. Es una máquina de sacar capítulos.
-En algunas notas, comentaste que El marginal te abrió la puerta a proyectos diferentes y que antes a muchas cosas le decías que no, ¿a qué le decías que no?
-Está muy relacionado con lo que hablábamos antes de la tira diaria. Son esos personajes que tienen que ver más con mi physique du rol. Ojo, eso tampoco está mal, pero en una película es distinto. En la tira diaria, esos personajes se vuelven monótonos.
-Antes, quizás todo era más asociado a la figura del galán.
-Sí, puede ser. O al menos mi miedo era que todo se vaya para ese lado. Generalmente, pasa que recién a los 40 años para arriba los actores empiezan a hacer otro tipo de personajes más interesantes. Por suerte, a mí me llegó antes. Con Diosito pude pegar una buena piña a corta edad y ahora me espera una carrera linda con todos personajes complejos y diferentes.
-Bueno, pienso que vos eras un poco consciente de los prejuicios de la industria porque al casting de El marginal fuiste todo caracterizado y sin decir que eras actor.
-Sí, es verdad. Fui caracterizado y sin decir que era actor. Es que los productores buscan a los personajes en el casting. No buscan el actor que pueda interpretar el personaje. Entonces, yo los cagué y fui con el personaje que es lo que ellos querían ver. Es verdad que hay cierto prejuicio de la industria. Por ejemplo, hay muchos directores que dicen que pueden hacer actuar a una piedra o una jirafa. Bueno, yo soy actor y te puedo actuar como una piedra o como una jirafa.
-En algún momento, cuando todavía vivías en Uruguay contabas que la televisión no te llamaba la atención pero que te diste cuenta que servía para convocar en teatro.
-Sí, es verdad. Para poder llenar una sala de teatro es importante estar en televisión. El año que viene espero hacer una obra de teatro con Claudio Rissi que estamos armando. Y el público me lo va a dar la televisión y todos los proyectos que fui haciendo. Si después la obra es una cagada, no importa. Pero al principio me va a ir bien de público.
-Pero es interesante cómo pensás la televisión. Puede servir como trampolín pero también como ancla.
-Sí, claro. Hay que estar ahí pillo y saber manejarlo. Ser consciente del poder que tiene la televisión y lo peligroso que puede llegar a ser quedarse mucho tiempo ahí.
-Bueno, dicen que en la carrera del actor son más importantes los no que los sí. En tu caso, por ejemplo, le dijiste que no a la serie de Monzón y a la película de Rodrigo.
-Sí, en el caso de Monzón, Pablo Ini me ofreció ir al casting y yo le dije “Pablo, no doy ni en pedo, no quiero que pierdas tiempo”. Hay que ser conscientes de que no todos los personajes son para todos los actores. En el caso de Rodrigo, tampoco me veía ahí. Yo no tengo problemas en decir que no. Coincido con vos en que los no son muy importantes. Pero no me es difícil rechazar un proyecto. Me siento con un productor de teatro y le digo ‘no, yo este tipo de teatro, con este tipo de actor y de historias no hago. No quiero contar esto’.
-¿Confirmás la cuarta temporada de El marginal?
-La posibilidad está. Si vieron cómo terminó la tercera, te deja con las ganas de que haya otra. Y todo apunta a que va a haber. Creo que una temporada más puede andar bien.
-¿Se barajó alguna vez la posibilidad de llevar a cabo una película de El marginal?
-Lo escuché en su momento a Adrián Caetano que dijo que haría la película también. Todas esas cosas se estuvieron peloteando. De momento no hay nada confirmado pero tampoco descarto la idea. No estaría mal una película de El marginal, creo que metería bastantes espectadores. Te diría que sería un muy buen negocio. Me pongo a armarlo ahora (risas).
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