Mariano Cohn y Gastón Duprat se consagraron como una de las duplas más creativas y desafiantes del nuevo cine argentino. Luego del éxito de El ciudadano ilustre (2016), película que cosechó una gran cantidad de público y premios en los diferentes festivales, Duprat dirigirá Mi obra maestra, proyecto producido por Mariano Cohn, Mediapro, Fernando Sokolowicz, Carlos Mentasti, Duda Rosembak y Grupo Clarin, y protagonizada por Guillermo Francella, Luis Brandoni. Antonio Gasalla y el español Raúl Arévalo. Los actores y el director hablaron del proyecto y sus expectativas, a días de comenzar el rodaje.
La película retrata la amistad de Arturo (Guillermo Francella), un galerista de arte encantador, sofisticado y un poco inescrupuloso, y Renzo (Luis Brandoni), un pintor hosco, un poco salvaje y en franca decadencia. El galerista logra asociarse con una poderosa coleccionista internacional, Dudú (Antonio Gasalla), y junto a ella intenta por todos los medios reflotar la carrera artística del pintor, pero las cosas van de mal en peor. Entonces Arturo lleva adelante un plan extremo y muy arriesgado que puede cambiar su vida para siempre.
“Mariano suele ser mi codirector habitual, pero decidimos hacer dos películas individuales como productor y director cruzados para variar un poco y ventilar”, aseguró el director, quien por primera vez encara una película en solitario. A la vez, Cohn agregó que “estar en figura de productor es bastante más cómodo” y ambos no dudaron en afirmar que esta es la película más grande que hicieron hasta el momento, tanto de elenco como de presupuesto.
A nivel temático y de género, si bien la película puede definirse como una comedia dramática, contiene elementos de thriller que la volvieron irresistible para los actores. “Tenemos muy buenos textos y unos actores extraordinarios que hacen que en una escena conviva el drama más realista y sensible con los toques de comedia sofisticada precisamente administrados”, reflexionó el director, a la vez que Guillermo Francella afirmó que lo fascinó “el universo que cuenta, tiene un disparador muy original y una trama muy interesante, con momentos de risa, emoción y ternura”. A la hora de hablar de su personaje, Luis Brandoni confesó que es la película que más ensayó en su vida y que “trata un tema bastante curioso para el cine argentino, mostrando desde un punto de vista humano a los pintores y su mundo detrás de las obras”.
Antonio Gasalla vuelve al cine, después de haber protagonizado Dos hermanos (2010). Esta vez, prepara un nuevo personaje femenino.
Esta película significa el regreso de Antonio Gasalla a la pantalla grande, luego de haber protagonizado con Graciela Borges Dos Hermanos (2010). Además, vuelve a emprender el desafío de encarar un personaje femenino. Al respecto, comentó que se incorporó al proyecto sobre el final y que, si bien él no se dedicó al cine, le suelen ofrecer muchos guiones. “Lo primero que me dijo el director es que este personaje no era de humor y entonces, hay que agarrar para otro lado que ya me va a marcar”, aseguró al referirse acerca de cómo compondrá este nuevo papel.
Al igual que en sus otras películas, Cohn-Duprat recurrieron a un guión escrito por Andrés Duprat. En este caso, navegó por un mundo ya conocido por él ya que es curador de arte y director del Museo Nacional de Bellas Artes. “Eso le da un marco de mucha elegancia a la película”, afirmó el director. A la hora de las obras, la viuda del pintor Carlos Gorriarena les cedió los cuadros originales. Además, Germán Gargano, su discípulo, pintará obras originales fundamentales para el desarrollo de la película.
Luego del éxito de El ciudadano ilustre (2016), película que le valió el reconocimiento de la crítica y del público a la dupla Cohn-Duprat, ellos decidieron emprender este nuevo desafío. Ambos no dudaron en afirmar que esta era la película justa para hacer en este momento. “Somos outsiders del cine y hay un gran aprendizaje nuestro a lo largo de los proyectos, los premios de El ciudadano ilustre nos potencian, nos permiten rodar más fácil”, afirmó Cohn y agregó que demostraron que “es posible hacer un cine sofisticado que cautive públicos en Argentina, funcione en los festivales y que también lleve público en otros países”.
El rodaje durará siete semanas e incluye locaciones en Buenos Aires, Jujuy y Río de Janeiro. El estreno está previsto para agosto del año que viene y ya se perfila como una de las películas más esperadas del 2018.
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