Si Darío Grandinetti no es el actor argentino que más personajes reales ha interpretado, anda por ahí nomás: Oliverio Girondo, Carlos Gardel, Juan Manuel Fangio, Haroldo Conti, Pablo Neruda y hasta Domingo Faustino Sarmiento; él fue todos, y todos fueron él.
Sin embargo, y sin desmerecer la lista precedente, en Francisco, el padre Jorge tiene tal vez su desafío mayor en este aspecto. Porque Jorge Bergoglio (o el Papa Francisco), se ha convertido en un símbolo contemporáneo de una dimensión tal que excede ese chauvinismo miope que muchas veces nos invade como sociedad.
El actor pudo comprobarlo junto al director del filme, Beda Docampo Feijóo, en los días de rodaje en Europa: “Filmamos parte de la película en en Italia y en España. Y tanto en un lugar como en otro, cuando se enteraban de lo que estábamos haciendo nos felicitaban, nos apoyaban y les parecía una idea genial. el Papa genera mucha adhesión”.
-La adhesión en Argentina es lógica, ¿pero te sorprendió que en Europa se diera al mismo nivel?
-De entrada sí. Pero después me ponía a escuchar porqué me lo decían y me pareció natural. En el mundo siempre se le ha reclamado a la Iglesia como institución una mirada más clara hacia los pobres, una mayor compasión hacia las minorías, más atención en temas específicos que sufren y que todos conocemos. Y él lo está haciendo. La manera de hacer política de este Papa es muy llamativa e interesante.
-¿Por qué llamativa?
-Por varios motivos. Es interesante ver que esa identificación con sus palabras no solo se da entre los católicos, sino también en los judíos, en los musulmanes, en los agnósticos. La gente está fascinada con este Papa, y yo también.
-¿Estás fascinado con el Papa y también fascinado con Jorge Bergoglio o marcás una diferencia?
-Para nada. Una de las cosas que nos ha interesado mucho mostrar en la película es que Jorge siguió siendo coherente con las ideas que tenía antes de ser nombrado Papa. Las cosas que decía son las mismas que ahora está aplicando.
-¿Siempre tuviste la misma mirada sobre Bergoglio o te cambió a partir de encarnarlo?
-No tenía el conocimiento que tengo ahora sobre él. A partir de que me ofrecieron el papel empecé a estudiar, a verlo, a leer cosas. Tenía, sí, los datos de esa especie de enfrentamiento con el gobierno, y también fui consciente de eso en el momento en que se lo nombró en el Vaticano. La oposición trató de sacar partido, y después él mismo se encargó de demostrar que si alguien tenía que sacar partido no iban a ser ellos. Estuve muy atento a eso pero como hombre social, como un ciudadano argentino al que le interesa la política.
-¿Y qué sensación tuviste cuando viste que lo nombraban Papa?
-Primero una gran sorpresa, y enseguida me importó saber cómo iba a influir políticamente en el país. Hasta ahora no solo demostró que sigue fiel a su pensamiento acá, sino en Latinoamérica y hasta en el mismo Vaticano. Él habla de la Patria Grande. La dirección que ha tomado este Papa es la dirección en la que todos estamos de acuerdo.
-Hace pocos días Francisco hizo declaraciones sobre el aborto, y precisamente es un tema del que también habla tu personaje en la película…
-Una coincidencia estupenda. Lo que mostramos en la película es totalmente real, sucedió mucho antes de que fuera nombrado en el Vaticano. Y es que el Papa no para de generar y de decir cosas, ya parece nuestro agente de prensa (risas).
-Cuando investigabas para hacer la película, ¿qué aspectos te resultaron más interesantes de Bergoglio como cura?
-Su manera de encarar la tarea pastoral. Eso de no tener auto y usar transporte público, rechazar la custodia, que no haya cambiado cuando fue nombrado Arzobispo de Buenos Aires. Esa humildad, esos modos, están más cercanos a las palabras de Jesús. Está todo el tiempo citándolo a él, a la Virgen, hablando de cuestiones cotidianas pero siempre sentando posición. No nos olvidemos que un Papa es un lider político muy poderoso a nivel mundial.
-Un momento clave y esperado de la película es cuando el personaje se entrevista con un militar, que podría interpretarse como la representación de Videla y Massera, pidiendo por los sacerdotes ¿Creés que la mirada que se ofrece puede ayudar a cambiar o mejorar la imagen que tiene el sector de la sociedad más crítico hacia el desempeño de Bergoglio durante la dictadura?
-No lo sé, pero tampoco es la función de la película o la mía al hacer este personaje. Soy consciente de que la exposición es muy grande, y todavía no pude verla en las mejores condiciones para darle una mayor dimensión al trabajo. Pero sí te puedo asegurar que está hecha con mucho respeto y admiración hacia él.
Francisco, el padre Jorge se estrena el 10 de septiembre, mirá el trailer haciendo click acá.
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